La afirmación, de Margarita Restrepo, no tiene en cuenta el efecto rebote generado en la economía como consecuencia de la pandemia del Covid-19 ni las alertas de una desaceleración de la economía en el mediano plazo.
Margarita Restrepo, exrepresentante a la Cámara por el Centro Democrático, afirmó en un trino que “Colombia es uno de los países con mayor proyección de crecimiento en 2022 a nivel mundial. No crean el relato de la izquierda de que todo va mal, el presidente Duque hizo un gran trabajo”.
RedCheq califica la afirmación como discutible, pues para establecer comparaciones con otros países hay que tener en cuenta las condiciones propias de los mismos antes de la pandemia, además la afirmación no tiene en cuenta el efecto rebote en la economía causado precisamente por esa emergencia sanitaria. Lo anterior sumado a que expertos coinciden en que la recuperación económica no se le puede atribuir del todo al gobierno de Duque.
Le preguntamos a Restrepo en qué fuente basó su trino y compartió dos enlaces: un artículo de prensa de La República, titulado Colombia, economía de más crecimiento económico en la región este año, en el que aseguraban que la economía colombiana sería la de mayor crecimiento en Latinoamérica en 2022, con un porcentaje de 4,1%, para lo cual citan un informe de enero de este año del Banco Mundial; y un artículo de El Tiempo titulado Colombia, entre las economías de la región que más crecerá este año en el cual señalan que "el FMI (Fondo Monetario Internacional) espera que Colombia crezca un 5,8 por ciento en el 2022". En ambos aseguran que la economía colombiana crecerá, pero en el artículo de La República también prevén una desaceleración de la economía en los próximos años.
Sin embargo, según el informe más reciente del Banco mundial, Global Economic Prospects, publicado en junio de este año, "se proyecta que el crecimiento en Colombia alcance el 5,4 por ciento en 2022, principalmente debido a los efectos de arrastre, y el 3,2 por ciento en 2023". El cálculo realizado por dicha entidad posiciona a la economía colombiana como la segunda de mayor crecimiento en América Latina, siendo superada solo por la economía panameña, y como una de las principales a nivel mundial. Pero también encontramos que según el Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe 2021 realizado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de las Naciones Unidas, CEPAL, a enero de 2022 Colombia se ubicaba con un PIB de 3,7 % entre los países con menor crecimiento de América Latina y el Caribe en medio de un panorama donde en general “se espera una desaceleración del crecimiento” del 2,1 % del PIB para toda está región durante el 2022.
Después de tener un decrecimiento en 2020 debido a la crisis sanitaria ocasionada por la pandemia del Covid-19, la economía colombiana tuvo un incremento en el 2021 por encima de los 10 puntos porcentuales: 10, 6% de acuerdo con el Banco Mundial, el cual también señaló que “el crecimiento mundial se desacelerará hasta el 2023, lo que contribuirá al riesgo de un ‘aterrizaje brusco’ en las economías en desarrollo” debido a “nuevas amenazas derivadas de las variantes de covid-19 y el aumento de la inflación, la deuda y la desigualdad de ingresos”, con lo cual proyecta dicha desaceleración considerando estos factores como amenazas para las economías emergentes y en desarrollo.
Por eso, en su cálculo para el 2022, la economía colombiana, si bien continúa con un porcentaje positivo, no alcanza los niveles del periodo pasado, y esa tendencia seguirá para 2023 y 2024. Así que durante los próximos dos años la economía no crecerá más de 3,5%, según proyecciones del Banco Mundial.Pero ¿cómo se hacen los cálculos para medir el crecimiento económico de un país? ¿Cuáles son los factores que influyen en esa medición? Según Yolanda Durán Durán, en «Cómo medir el desarrollo de los países más allá del crecimiento económico», el indicador principal del crecimiento de los países es el PIB (Producto Interno Bruto), ya que, gracias a él, es posible saber cuáles son los servicios y bienes producidos durante un periodo.
En ese mismo artículo, la investigadora explica que hay tres métodos para calcular el PIB: desde la oferta o producción, que da cuenta de los bienes o servicios que se producen y de quiénes son los productores; desde las rentas, que se basa en quienes reciben las rentas generadas por las producciones, aquí se incluyen los salarios, alquileres e intereses de préstamos y, también, los beneficios que le quedan a las empresas; y por último, desde la perspectiva de la demanda o gasto, que analiza el poder adquisitivo y de consumo tanto de las personas como de las empresas, basándose, además, en las exportaciones e importaciones que se realizan en el sector público y privado.
Ahora bien, Adrián Garlati, doctor en economía especializado en el análisis de temas sociales, explica que “las presidencias pueden ser importantes en términos de las políticas que se implementen a la hora de aumentar o reducir el crecimiento económico, debido a las diferentes políticas, ya sea tributaria o de comercio exterior, por fomento a la empresa y demás”. Añade que los gobiernos sí tienen un fuerte protagonismo en el crecimiento o disminución del PIB, porque aportan un conjunto de bienes y servicios clave como seguridad, un sistema de justicia, salud, educación e infraestructura. “Lo ideal es que haya una sinergia entre gobierno y mercados privados”.
Para comprender el buen porcentaje de crecimiento de la economía debe entenderse que la pandemia marcó gran parte de la administración del presidente Duque, de hecho, desde marzo de 2020 hasta finales del 2021, con secuelas que incluso se sienten en la actualidad, al final de su mandato. Durante la pandemia, que llevó a la cuarentena y al práctico congelamiento de la actividad económica mundial, hubo una desaceleración del crecimiento colombiano hasta dejar una cifra del -7% en 2020, respecto al 2021, según cifras del Dane. Es decir, fue negativo.
Acorde a las proyecciones de crecimiento de PIB para 2021 y 2022 en América Latina y el Caribe realizadas por la CEPAL, para el 2021 Colombia tuvo un crecimiento de 9,5%, ocupando el octavo lugar de crecimiento en la región después de Guyana (18,5), Perú (13,5), Panamá (12,4), Chile (11,8), República Dominicana (10,4), El Salvador (10) y Argentina (9,8 %).
Lo que ocurrió en 2021 fue el efecto rebote o paradoja de Jevons, explicada en términos sencillos por el economista A. Dubey como “una vez que algo ha caído, luego se eleva, tal como acontece con una pelota”. Ese rebote tiene todavía efecto este año.
Por este mismo fenómeno, Garlati afirma que “es muy difícil atribuir el crecimiento a la gestión específica de Duque, es más un efecto rebote posrecuperación de la pandemia”. El experto dice que Colombia siempre ha crecido y que en su historial solo tiene dos recesiones económicas en tiempos cercanos: la de 1999 y la de la pandemia. Además, considera necesario analizar en qué sectores y de qué manera se crece. Para explicarlo, muestra cómo la explotación petrolera tiene alto valor agregado, siendo una industria que genera poco empleo, pero muy buenos salarios; en contraste, el sector comercial crece a menor ritmo, aunque crea más empleo que el sector petrolero y ofrece remuneración relativamente baja. “Eso genera desigualdad”, concluye.
Para el profesor de economía y analista económico, Mateo Rivera, los resultados son muy buenos, pero hay que tener en consideración frente a qué se están comparando. Por eso pide tener mucho cuidado antes de hablar de crecimientos ‘históricos’ y matizar un poco las bases de comparación. De acuerdo con su criterio, el consumo de los hogares ha sido quizá uno de los grandes protagonistas, por eso las cifras de la economía colombiana son rápidamente buenas. El consumo se ha dinamizado en gran medida gracias a un periodo de tasas de interés bajas y representa más de la mitad del PIB del país. Explica que, desde la teoría económica, al haber una mayor demanda dinamiza todos los sectores: la industria, el comercio y otros. En el 2021 hubo también un proceso de ajuste en el mercado laboral, en la medida que permite que los hogares recuperen rápidamente su capacidad de ingresos y por lo tanto su capacidad de gasto.
Añade que “el proceso de recuperación se debe en gran parte al sector privado, empresarios colombianos, y no tanto a ese tema de la administración pública, de los gobernantes del orden nacional, departamental y municipal, que son muy dados a atribuirse resultados que no son necesariamente atribuibles a su labor, sino que por el contrario son gracias al sector real privado. En Colombia más del 80 por ciento del empleo lo genera el sector privado”.
Rivera comenta que en el primer trimestre del 2022 los resultados positivos de crecimiento son debido al efecto rebote y los del segundo trimestre –que no se conocen al momento de hacer esta nota– pueden tener parte de influencia de ese mismo efecto. Habría que matizar la cuestión de los efectos bases –o de rebote–. Reitera que 2022 tuvo una caída histórica del 7 por ciento.
Por su parte, Juan Daniel Oviedo, director del Dane, también matizó las cifras de crecimiento económico. Al referirse al alto crecimiento económico del 2021 (10,6%), en entrevista con RCN Radio, afirmó que “el incremento del 10,6% es ‘normal’ si se tiene en cuenta la dramática contracción del 2020, que estaría siendo corregida mediante este efecto rebote si se tiene en cuenta que el crecimiento económico total entre 2019 y 2021 fue apenas del 2,8%”.
En cuanto a darle una muy buena posición al crecimiento colombiano en relación con otros países, el economista Garlati dice que “hay que tener cuidado con las comparaciones porque hay que ver el panorama de cada uno de los países, cómo estaban pre-pandemia, para realizar una comparación más clara”.