El expresidente malinterpretó varios fragmentos del discurso que dio Gustavo Petro en la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas.
“¡Vergüenza! Petro se declara en la ONU como el gran capo defensor de la cocaína. Desecha sus efectos sobre la salud pública y desprecia los muertos que, como la Corte Suprema masacrada por su M-19 para Pablo Escobar, dejan las mafias con que hoy pacta el poder”. Con este mensaje en Twitter reaccionó el expresidente Andrés Pastrana al discurso del presidente de Colombia, Gustavo Petro, en la 77° Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU), realizada en Nueva York.
El evento tuvo lugar del 20 al 23 de septiembre de 2022, al cual asistieron mandatarios de todo el mundo. Entre ellos estaba el presidente Petro, quien hizo intervino el pasado 20 de septiembre.
Nos comunicamos con Pastrana para conocer cuáles fueron las fuentes que usó para hacer esas afirmaciones, sin embargo, nos respondió que no está dando declaraciones al respecto. También revisamos la intervención de Petro ante la ONU y le consultamos a expertos sobre los temas mencionados.
En primer lugar, verificamos la afirmación de que Petro desecha los efectos de la cocaína sobre la salud pública y, en segundo lugar, verificamos la afirmación de que la Corte Suprema de Justicia fue masacrada por el M-19 para Pablo Escobar. Encontramos que la primera afirmación carece de sustento y no se corresponde con lo dicho por Petro en el discurso, por lo que la calificamos como Mentira. Mientras que en la segunda afirmación no existen datos confiables suficientes que permitan determinar su veracidad, por lo que la calificamos como Discutible.
La cocaína y la salud pública
En primer lugar, en su discurso Petro se refirió en tres oportunidades a la cocaína:
- “A las relaciones de poder las azota la adicción al dinero, a perpetuarse, al petróleo, a la cocaína y a las drogas más duras para poder anestesiarse más”.
- “¿Qué es más venenoso para la humanidad, la cocaína, el carbón o el petróleo? El dictamen del poder ha ordenado que la cocaína es el veneno y debe ser perseguida, así ella solo cause mínimas muertes por sobredosis, y más por las mezclas que provoca su clandestinidad dictaminada, pero, en cambio, el carbón y el petróleo deben ser protegidos, así su uso pueda extinguir a toda la humanidad…”
- “Detrás de la adicción a la cocaína y a las drogas, detrás de la adicción al petróleo y al carbón, está la verdadera adicción de esta fase de la historia humana: la adicción al poder irracional, a la ganancia y al dinero. He aquí la enorme maquinaria mortal que puede extinguir la humanidad”.
Al respecto, Juan Carlos Merchán Zuleta, profesor en Ciencia Política de la Universidad Javeriana e investigador del Centro de Investigación y Educación Popular/Programa por la paz (Cinep/PPP), explicó que “Andrés Pastrana, confunde, pareciera que a propósito, la planta natural de coca con la cocaína. La planta de coca tiene efectos medicinales y ha sido utilizada por las comunidades de modo tradicional durante siglos como parte de su cultura. En cambio, la cocaína es uno de tantos productos que pueden producirse a partir de la planta de Coca”.
Lea también: La cédula digital no es idea de Petro y la empresa que la implementará no fue fundada por Hugo Chávez y Fidel Castro
Es importante destacar que Petro, a lo largo de su discurso, defendió la protección de la planta de coca. Por ejemplo, señaló que es “una planta amazónica, es la planta de la coca, planta sagrada de los Incas”. Y planteó en su discurso que la planta no es el problema, sino la demanda de quienes consumen la droga derivada de ella. Al respecto, el profesor Merchán Zuleta agrega que al defender la planta de coca, el mandatario “defiende la vida y la dignidad de las y los campesinos e indígenas, quienes se encuentran en la selva colombiana, pues, en el afán de destruir la planta con químicos como el glifosato, envenenan ríos y selvas que son el pulmón del mundo”.
Y contrario a lo afirmado por Pastrana, el discurso del presidente Petro propone tratar el consumo de drogas como un asunto de salud pública. De hecho, diversos estudios han mostrado dos de las realidades que expuso el presidente en la ONU.
Por ejemplo, la OEA publicó EL PROBLEMA DE LAS DROGAS EN LAS AMÉRICAS: ESTUDIOS y señala que “para la implementación de políticas eficaces de salud pública y su correspondiente evaluación, se requiere información actualizada, en cantidad necesaria y de calidad. Sin embargo, son pocos los países que invierten en este ámbito. Es preciso que se fortalezcan los sistemas de información que permitan hacer un debido monitoreo del problema de las drogas y también que se financie la investigación para abordar el problema de manera más eficaz; del mismo modo, se debe invertir en capital humano y en infraestructura”.
Justamente, el presidente Petro insistió durante su discurso en la necesidad de cambiar el modelo de lucha contra las drogas, pues, “40 años ha durado la guerra contra las drogas, si no corregimos el rumbo y esta se prolonga otros 40 años, Estados Unidos verá morir de sobredosis a 2.800.000 jóvenes por fentanilo, que no se produce en nuestra América Latina. Verá a millones de afros norteamericanos ser apresados en sus cárceles privadas”.
Lea también: La desinformación no es un chiste: ‘Pacho’ Santos comparte montaje de The Economist contra minMinas
Hace 6 años, por ejemplo, México, Colombia y Guatemala, promovieron la Sesión Especial de la Asamblea General de la ONU sobre el Problema Mundial de las Drogas (UNGASS), en la cual el entonces presidente de México, Enrique Peña Nieto señaló que “con flexibilidad, debemos cambiar aquello que no ha dado resultados”; por su parte, el mandatario colombiano de la época, Juan Manuel Santos, reflexionó que “después de tantas vidas segadas, después de tanta corrupción y violencia generadas, después de tantos jóvenes marchitándose en las cárceles… ¿podemos decir que ganamos esta guerra?”; y, finalmente, Jimmy Morales, contraparte de Guatemala, “… abogó por la protección de la salud por encima de la penalización”.
Por su parte, la Comisión Latinoamericana sobre Drogas y Democracia, en DROGAS y DEMOCRACIA: Hacia un cambio de paradigma, señala que “la orientación de combatir las drogas por la prohibición, represión, sanción y punición no sólo no resuelve el problema, como genera otros nuevos y más graves. La experiencia con drogas legales, como el tabaquismo y el alcoholismo, indica que pueden ser obtenidos resultados altamente positivos utilizando campañas de información, educación y concientización y, cuando sea necesario, apoyo terapéutico”.
Aunque Pastrana señala que el presidente colombiano “Desecha sus efectos -de la cocaína- sobre la salud pública”, lo cierto es que Petro expresó en su discurso que “El dictamen del poder ha ordenado que la cocaína es el veneno y debe ser perseguida, así ella solo cause mínimas muertes por sobredosis, y más por las mezclas que provoca su clandestinidad dictaminada…”. En contraste, Petro advirtió que las consecuencias del uso del carbón y el petróleo son mucho más perjudiciales para la humanidad, al punto de poder conducirla incluso a su extinción. “El carbón y el petróleo deben ser protegidos, así su uso pueda extinguir a toda la humanidad. Estas son las cosas del poder mundial, cosas de la injusticia, cosas de la irracionalidad, porque el poder mundial se ha vuelto irracional”, cuestionó el presidente colombiano.
Es decir, el mandatario no niega ni desecha los efectos de la cocaína en la salud pública, pero en su intervención deja en claro que las muertes por sobredosis de cocaína no son la principal causa. En el artículo titulado Es verdad que cerca de 70.000 norteamericanos mueren al año de sobredosis por drogas que no se producen en Latinoamérica, realizado entre Colombiacheck y RedCheq, se expone que: “Según el Instituto Nacional sobre Abuso de Drogas (NIDA, por sus siglas en inglés), el índice de muertes por sobredosis en 2017 fue de 72.000; en 2018, de 68.557; en 2019 bajó a 50.963 y en 2020, volvió a ascender a 69.710. En 2021 murieron 142.135 personas por sobredosis. De ese número, 71.238 fueron por opioides sintéticos (fentanilo), 32.856 por psicoestimulantes (metanfetaminas), 24.538 por cocaína y 13.503 por drogas naturales semi-sintético (recetado)”.
Gustavo Petro, M-19 y Pablo Escobar
Aunque Pastrana cierra su publicación señalando que el presidente Petro en su discurso “…desprecia los muertos que, como la Corte suprema masacrada por su M-19 para Pablo Escobar, dejan las mafias que hoy pacta el poder”, para el historiador y profesor de la Universidad Nacional de Colombia, Fabio López de la Roche, “la versión de que el M-19 fue financiado por Pablo Escobar para quemar los archivos que involucraron a los narcos en distintos episodios de narcotráfico, es una versión que no ha sido confirmada y que ha propagado mucho la derecha y las series de televisión. Por ejemplo, “Pablo: El Patrón del Mal”, favoreció esa interpretación, logrando que en las grandes masas las series menos ficcionales se conviertan en la historiografía popular. Una historia a la que acceden los colombianos que no leen investigaciones ni textos de historia”.
Lea también: Cecilia López tiene razón sobre pobreza rural, pero Colombia no tiene la mayor población campesina de América Latina
No obstante, en el Informe Final Comisión de la Verdad sobre los hechos del Palacio de Justicia, John Jairo Velásquez Vásquez, alias “Popeye”, relató que “Él [Pablo Escobar] le entregó dos millones de dólares a Iván Marino Ospina, pero esa plata fue perdida porque Iván Marino Ospina murió antes de la toma y la plata nunca la encontraron… Eso lo decía Pablo abiertamente, para la época él colocaba, más o menos en viáticos y todas las cosas les dio 40 millones de pesos de la época que era mucha plata… todo eso lo manejaba Pinina, que era un hombre superclave… Para ustedes hay un hombre muy importante, es el Arete [Carlos Mario Alzate Urquijo]”.
Ahora bien, el profesor José Benito Garzón Montenegro, historiador de la Universidad Del Valle, señala que “tras varias investigaciones, una de la hipótesis que se ha logrado descartar, en torno a la toma del Palacio de Justicia en 1985, es esa, la del vínculo con el narcotráfico para quemar los expedientes de Escobar”. Sobre este tema también concuerda el profesor Fabio López de la Roche y señala que “no es contundente la versión que ha circulado. Hay muchas cosas que circulan en el debate público colombiano y que no han tenido ni una confirmación jurídica, ni periodística sólida, ni mucho menos investigación histórica que podrían dar cuenta de si esos hechos fueron tal y como se perciben desde la opinión”.
Por otra parte, en mayo de 2020 durante el segundo espacio de contribución a la verdad, exintegrantes del M-19 declararon que La toma del Palacio no fue por orden de Pablo Escobar, dicen exmiembros del M-19: “José Otty Patiño, quien fue uno de los máximos jefes del “eme”, dijo a la Comisión de la Verdad que está “absolutamente convencido, no solo por la valoración que tengo de quienes eran los comandantes del M-19, específicamente de Álvaro Fayad (comandante en el momento de la toma del Palacio de Justicia), que es imposible, moralmente, que esa decisión se haya tomado por una orden de un narcotraficante como Pablo Escobar”.