La falta de claridad o de contexto en un titular de prensa puede desinformar, lo que es un problema por el efecto nocivo que tiene en las audiencias y en las democracias.
““Los pobres quieren todo regalado”: presidente Petro rechazó de manera particular las críticas a la reforma tributaria”, títuló la Revista Semana y “Los pobres quieren todo regalado’: Petro responde a senadora Cabal”, tituló el diario Portafolio. Ambos titulares hacen referencia a un pronunciamiento del Presidente Gustavo Petro sobre la reforma tributaria que actualmente avanza en el Congreso.
RedCheq revisó las declaraciones de Petro y encontró que los titulares de ambos medios son discutibles, pues pueden llevar a conclusiones erróneas porque lo que realmente dijo el presidente fue: “es que ustedes creen que los pobres quieren todo regalado, dicen por ahí, y hasta agregan una frase que dice ‘trabajen vagos’, decía una señora muy famosa, ella sí muy rica. Se considera que ese ejercicio es lógico en un pacto social, si se quiere la paz es que los sectores más afortunados económicamente, a través de sus impuestos, puedan transferir parte de esa riqueza vía el Estado a los sectores más débiles de la sociedad colombiana, es un camino para construir la equidad y la paz”. (minuto 10:00).
Los titulares de ambas notas son ambiguos y pueden hacer que los lectores malinterpreten lo que realmente dijo Petro, que sí queda claro en los textos que desarrollan ambos titulares. Esto es especialmente preocupante, pues chequeadores a nivel internacional ya han llamado la atención sobre que hay un alto porcentaje de lectores que se informan solo a partir de los titulares de prensa, sin leer el desarrollo de la nota completa.
“Si el presidente en su campaña prometió darles a los pobres que esperaba que quisieran, que les cobrará por todo como pretende hacerlo”, escribió una persona, mientras otra comentó: “Señor presidente los pobres, sí trabajan todos los días para poder cuidar las familias y mantenerlas (...) los más ricos no trabajan como pobres, más bién le roban la plata a los pobres colombianos”. Este tipo de respuestas se pueden leer en la sección de comentarios de la cuenta de Facebook de la revista Semana, lo que evidencia la confusión generada por el titular de dicha nota.
En el especial El periodismo no es infalible ¿cuál es su cuota de responsabilidad en la desinformación? Mario Morales, defensor del televidente de Canal, columnista de El Espectador y profesor de la Universidad Javeriana, recuerda que la desinformación no solo incluye la información falsa o imprecisa: “cuando hablamos de desinformación, no es sólo sinónimo de información falsa. Sí, esa es una de las posibilidades y es clara, pero desinformación también es información incompleta, es información fletada, es información interesada.
Además, Claudia Liliana Bedoya Sandoval, directora del programa de Comunicación Social de la Universidad Santiago de Cali, resalta que hay unos imperativos éticos: “los medios de comunicación no pueden maquillar realidades, tergiversar realidades. Hay que decir las cosas tal y como son. De ahí que circular, publicar o difundir información imprecisa es para mí, una falta grave del periodismo. El día que el periodismo se dedique a difundir todo ese tipo de situaciones, estamos poniendo en un grave riesgo a la profesión”.
Por último, Bedoya Sandoval le atribuye el problema a la ‘fiebre de click’, también conocida como clickbait, que tienen los medios y, según ella, está acabando con el periodismo. “Es mejor recibir con cautela la información y es necesario mirar, verificar, chequear. Y después de esto, publicar”, asegura Bedoya.
Redcheq ya había verificado información publicada en la Revista Semana, como cuando anunció de ganador a la presidencia al excandidato Rodolfo Hernández antes de que las votaciones hubieran terminado.