En redes sociales circulan publicaciones que cuestionan el nombramiento de la nueva ministra de Cultura por supuestos vínculos con las Farc.
A raíz de la designación de Patricia Ariza como nueva ministra de Cultura, en Twitter han recordado una investigación judicial que la señalaba de colaborar con la entonces guerrilla de las Farc, pero lo que no mencionan es que dicha investigación no prosperó, pues nunca se demostró que ella tuviera nexos con ese grupo guerrillero.
“¿Esta es otra muestra del cambio? Doña Patricia Ariza, quien será Ministra de Cultura de Petro tuvo una investigación por parte de la Unidad Nacional contra el Terrorismo, por supuestamente haber colaborado en campañas en pro de la guerrilla de las FARC, algo que ella niega (sic)”, dice un trino que ha circulado desde que se conoció su nombramiento. Pero no es el único mensaje en Twitter que cuestiona su designación.
Otro de los trinos publicados contra Ariza ha tenido gran relevancia en esa red social con el siguiente mensaje: “Esta muchacha recién egresada de la universidad.militante de la UP que fuera el partido de las FARC Es la nueva ministra de Cultura en la era del cacas...dice llamarse Patricia Ariza (sic)”. El mensaje ha alcanzado hasta la fecha 1.185 ‘me gusta’ con 786 retweets y ha sido replicado por otras cuentas: (3, 4).
RedCheq califica estas publicaciones como Discutibles, pues dejan por fuera una parte importante del contexto. Si bien existen registros periodísticos sobre una investigación en contra de Ariza por supuestamente haber colaborado con las Farc, los mismos registros dan cuenta de que esa investigación no prosperó y que a Ariza la señalaban por el simple hecho de sus actividades de izquierda, lo que no significa necesariamente una conexión con el entonces grupo guerrillero, contexto que las publicaciones de Twitter omiten.
Ariza es dramaturga, poeta, directora y actriz. Es además, cofundadora del Teatro La Candelaria. Su militancia de izquierda y su participación en movimientos como Juventud Comunista (Juco) y la Unión Patriótica, UP, no han sido un secreto, de hecho, en una nota publicada por El Espectador en 2009 dice que se siente orgullosa de ser de izquierda y señala: “me parece una infamia, no tengo la menor idea de dónde sale eso, pero me parece tenaz” cuando le preguntan por el informe de la Unidad Nacional contra el Terrorismo de la Fiscalía General de la Nación que se menciona en el trino.
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En la misma nota el periodista le dice que en ese informe de inteligencia la sindican de hacer trabajo de masas para la entonces guerrilla de las Farc, lo que ella califica como una estupidez y agrega que “seguramente porque trabajo en reparación psicosocial de las víctimas del conflicto y como defensora de los Derechos Humanos con la Corporación Reiniciar. Por eso no voy a renunciar a lo que soy y a lo que hago. Es una actitud de dignidad y de respeto por lo que hago, porque amo lo que hago”.
En otra parte de la entrevista ella dice: “pero una cosa es eso y otra son esas acusaciones e invenciones que salen en ese expediente que no tienen ni pies ni cabeza. Soy una militante y activista del Polo Democrático, y han hecho todo lo posible para tratar de demostrar que el Polo Democrático es subversivo y no han podido. Ese es el gran problema”.
Según cuenta una nota de El Espectador, publicada en diciembre de 2008, la investigación en su contra decía lo siguiente: “Patricia igualmente desarrolla actividades culturales con Carlos Satizábal y lidera un proyecto con niños abandonados, ancianas, mujeres jóvenes y raperos, lo que podría relacionarse con el trabajo de masas que estaría desempeñando desde su rol para el Partido Comunista Colombiano Clandestino, PC3 cultural de las Farc”.
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Jorge Gómez, abogado de Ariza en esa época, sostuvo en la misma nota de El Espectador que lo que estaba sucediendo con su defendida no era más que considerar la opinión como un delito. “Todo esto es una lógica macabra, ya que a los defensores de las personas vinculadas al proceso no les dejaron ver ‘pruebas reservadas’ y durante la indagatoria nadie pudo ver el expediente”, aseguró. Para él, era un proceso condenado a fracasar porque se estaban violando las garantías de los implicados.
Finalmente, el politólogo Carlos Montealegre, quien es miembro del taller político Estanislao Zuleta, y trabaja como Coordinador de proyectos de intervención social de la Fundación FEDIS, explica que “no todo el Partido Comunista o Unión Patriótica apoyaba el alzamiento en armas o prolongación de la guerra, como sí lo defendían las Farc, ya que al haber sido un brazo armado político-militar insurgente creían en una combinación de formas de lucha para obtener el poder. En el caso de la nueva ministra, acusarla sin pruebas de haber pertenecido a un grupo al margen de la ley es muy grave: primero porque es una lápida para su nuevo cargo, segundo porque al vincularla con las Farc se le asocia con obtener el poder por la vía armada, situación que no se ajusta a su elección como ministra, debido a que nunca antes ha ocupado un cargo público. También es cerrarle las puertas a la gestión que apenas está por iniciar, ya que desde su cargo deberá hacer alianzas que posiblemente se vean afectadas por estas acusaciones”.