En RedCheq le pusimos la lupa a los rumores más comunes sobre las firmas encuestadoras. ¿Podemos creer en las encuestas? ¿Quiénes regulan a las encuestadoras? Aquí se lo contamos.
Dato 1. ¿Cualquiera puede crear una firma encuestadora?
¡Discutible! RedCheq consultó la Resolución 23 de 1996 y la Resolución 50 de 1997 y encontró que el Consejo Nacional Electoral (CNE) tiene unos filtros mínimos para crear una firma encuestadora. Las empresas inscritas ante el CNE deberán demostrar al momento de su registro: “Experiencia en materia de realización de encuestas no menor de un año. Certificado de existencia y representación legal, si se trata de personas jurídicas o certificado de registro mercantil, en el caso de personas naturales, expedidos por la autoridad competente, con una antelación no mayor de tres meses a la fecha en que se solicite la inscripción. Tres constancias de medios de comunicación, empresas, instituciones o usuarios en general sobre la seriedad e idoneidad de su trabajo”.
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Por su parte, Armando Novoa García, exmagistrado del Consejo Nacional Electoral, participante en la Asamblea Nacional Constituyente de 1991 y expresidente de la Comisión Especial Legislativa, nos explicó que: “El Consejo Nacional Electoral tiene competencia para regular el tema de las empresas de encuestas de opinión política y electoral. Hay una resolución de 1996, pero la resolución es demasiado genérica (...) El Consejo Electoral autoriza a las empresas que hacen encuestas de opinión política o electoral, pero los controles son demasiado ambiguos, demasiado generales: solamente se piden certificados de la Cámara de Comercio, la identificación de quiénes son los integrantes de la firma y se autoriza eso. Pero de ahí para allá, el control que tiene el Consejo Nacional Electoral es muy genérico e ineficiente. Eso hace, por ejemplo, que los requisitos que deben cumplir las empresas encuestadoras al momento de hacer una encuesta no sean objeto de un control estricto por parte del Consejo Electoral”.
Dato 2. ¿No existen reglas para las encuestas?
¡Sí hay reglas! El exmagistrado Novoa afirma que “cuando las firmas encuestadoras hacen una encuesta, tienen que cumplir con una ficha técnica. Tiene que decir la persona natural o jurídica que la realizó, quien la contrató, la fuente de financiación, el tipo de muestra y procedimiento que se utilizó para la selección de las unidades, el tamaño de la muestra, el tema o tema de estudio, las preguntas que se formularon, personajes por quienes se indagó el universo geográfico y poblacional, la técnica utilizada, la fecha de recolección, margen de error y el estadístico que diseñó la investigación. Cuando una firma hace una encuesta, tiene que enviar copia de la encuesta al Consejo Electoral, pero el Consejo Electoral hace ese control con posterioridad a la publicación de la encuesta. Y no lo hay antes porque se puede pensar que se estaría violando la libertad de información”.
Dato 3. ¿Ha habido encuestas amañadas en Colombia?
¡Hay algunos casos! RedCheq pudo encontrar la Resolución 0909 del 2021, mediante la cual el CNE sancionó a Datexco por presunta manipulación en la ficha técnica de una encuesta realizada por la compañía. De forma complementaria, encontramos el boletín de prensa del CNE sobre una sanción a Blu Radio por publicar una supuesta encuesta de cifras y conceptos que resultó ser falsa.
Al respecto, le preguntamos a la Misión de Observación Electoral (MOE) si se ha detectado manipulación de votantes a través de encuestas o la circulación encuestas que no cumplan con el principio de imparcialidad. Marlon Pabón, coordinador de Administración Pública y Transparencia de la MOE, nos contestó: “la MOE ha recibido reportes de encuestas falsas en elecciones anteriores que han circulado en redes sociales con el propósito de influir sobre la voluntad de los electores. Para las elecciones de presidencia la MOE no ha recibido reportes en este sentido. En todo caso, el Consejo Nacional Electoral cuenta con un registro de las firmas encuestadoras que permite identificar si estas han realizado encuestas”.
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En el mismo sentido, el exmagistrado Novoa asegura que “el Consejo Nacional Electoral ha multado a algunas empresas porque no cumplen con el tema de la ficha técnica”. Le preguntamos por las implicaciones de este tipo de incumplimientos y nos aclaró que este proceder por parte de las firmas encargadas de los sondeos genera “dudas sobre la seriedad con la que se adelantó la encuesta o el sondeo”.
Dato 4. ¿A la gente la pueden manipular con encuestas?
¡Es posible! Marlon Pabón, coordinador de Administración Pública y Transparencia de la Misión de Observación Electoral (MOE), nos explicó los posibles riesgos para la democracia de encuestas que no cumplen con requisitos técnicos: “con relación a los efectos que pueden tener las encuestas electorales en la democracia, la Corte Constitucional en la Sentencia C- 1153 de 2005 señaló que “las encuestas son herramientas poderosas al servicio de los intereses electorales que, en virtud de su capacidad de incidencia sobre la opinión del electorado, deben ser objeto de especial regulación por parte del Estado. Tal como se observa, el riesgo de contar con predicciones equívocas, elaboradas a partir de procedimientos antitécnicos o tendenciosos puede contribuir a la manipulación de los resultados de una campaña política y, eventualmente, a tergiversar las condiciones igualitarias en que debe desarrollarse la contienda”.
RedCheq encontró varios estudios y teorías que explican cómo podría incidir una encuesta en la percepción de los votantes. Rüdiger Schmitt-Beck en Bandwagon Effect (Efecto de carro), plantea que “el “efecto de carro” denota un fenómeno de la opinión pública que incide sobre sí misma (a veces también denominado “efecto de contagio”): en sus preferencias y posiciones políticas, las personas se unen a lo que perciben como mayorías existentes o esperadas o posiciones dominantes en la sociedad. Implica que el éxito engendra más éxito, y las alternativas que parecen disfrutar de un amplio respaldo popular es probable que obtengan un apoyo aún mayor”. Es decir, que podría ocurrir que las personas elegirán al que mayor apoyo popular obtenga en una encuesta.
En concordancia, el teórico Robert Cialdini, Arizona State University, en Influence: Science and Practice plantea que “la opinión grupal puede resultar significativa a la hora de explicar algunas de nuestras preferencias personales, el desarrollo de estrategias persuasivas ha regularmente contemplado la difusión de estudios de opinión como herramienta de influencia sobre el grupo destinatario”.
Por su parte, el exmagistrado Novoa nos explicó: “por supuesto que sí… Hay un dicho que resume esa preocupación: ya la máxima no es 'el que escruta, elige', sino 'el que encuesta, elige'. En las sociedades de masas, el ciudadano medio puede ser objeto de fácil manipulación por vía mediática, cuando al ciudadano se le presenta una información de encuesta que no cumple con los requerimientos técnicos o metodológicos, puede entender que la sociedad o los ciudadanos encuestados en realidad opinan como está diciendo la encuesta. Si la encuesta no cumple con esos requerimientos técnicos, el ciudadano puede resultar manipulado porque en situaciones de incertidumbre y de indecisión, los estudios de psicología colectiva indican que, en esas situaciones, el ciudadano tiende a identificarse con el ganador con la teoría del voto útil. Y, entonces, ahí la disputa de las encuestas es muy fuerte”.
Dato 5. ¿Los colombianos tenemos razones para desconfiar de las encuestas?
Novoa nos explicó la razón por la que se genera la desconfianza de en las encuestadoras: “bueno, precisamente porque, como no hay unos controles estrictos, las encuestas pueden ser objeto de manipulación por parte de quienes las contratan y puede haber intereses detrás de quien contrata la encuesta para mostrar un resultado o una tendencia de la opinión que no se corresponde con la aplicación de las herramientas técnicas de manera adecuada. Entonces, eso hace que las firmas puedan equivocarse y que esos controles vengan después, ya cuando el daño está hecho”.
Encuestas y encuestadoras: soluciones ante una legislación obsoleta
En RedCheq le preguntamos a los expertos cómo corregir los problemas relacionados con la falta de herramientas jurídicas que nos permitan garantizar la transparencia de los datos emitidos por las firmas encuestadoras.
Ñapa 1. ¿Qué posibles soluciones podrían proponerse para prevenir que una encuesta pueda ser manipulada?
Armando Novoa, exmagistrado del CNE, planteó: “crear mecanismos que garanticen la transparencia en la contratación, la financiación, la elaboración y publicación de las encuestas y los sondeos. Después hay que crear una comisión técnica de vigilancia de las encuestas que garantice las buenas prácticas en los usos de esos mecanismos. Después tiene que haber una corresponsabilidad de los medios que publican las encuestas. Porque una encuesta mal hecha no es nada si no se publica. El daño pasa por la publicación del contenido de las encuestas”.
El experto asegura que “hoy, cuando se piensa en la reglamentación de las encuestas, hay que pensar en cómo se garantiza que el voto del ciudadano sea libre y no manipulado a través de información distorsionada o que ha sido recabada sin el cumplimiento que de un mínimo de seriedad técnica en la forma en que se recauda la información. Y tiene que haber personas, autoridades con capacidad sancionadora que tengan unas atribuciones realmente disuasivas para que quienes hacen las encuestas y las publican lo hagan dentro de la seriedad que impone una ley que debe ser necesariamente actualizada”.
Ñapa 2. ¿Cree que las firmas encuestadoras cumplen con los estándares internacionales para cumplir con su ejercicio en el país?
Mauricio Vela, máster en Estadística, Economía y Ciencia Política de Washington University in St. Louis y coordinador del Observatorio Político Electoral de la Democracia de la MOE, nos contestó: “más que cumplir con estándares internacionales, las encuestas en Colombia deberían cumplir con unos mínimos necesarios de manera que las encuestas provean información con alta precisión estadística. En primer lugar, se requiere de un mínimo tamaño de muestra que garantice un poder estadístico y un bajo error muestral. En muchas ocasiones, los medios prefieren financiar varias encuestas con tamaños muestrales pequeños que pocas encuestas con gran tamaño muestral. Esto conlleva a que se tengan encuestas que generan más ruido que información útil al electorado, y por lo tanto lleven a los ciudadanos a hacer inferencias equivocadas sobre los resultados de las encuestas. Por ejemplo, una encuesta con una muestra de 500 solo tiene un 50 % de probabilidad de detectar una diferencia de 5 % en los porcentajes de intención de votos. Es decir, si se tiene una encuesta con dos candidatos donde uno aventaja al otro en 5 %, una persona tiene la misma probabilidad de acertar que ese candidato va realmente ganando basado en la información de la encuesta que otra persona que decide entre los dos candidatos tirando una moneda al aire.
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En segundo lugar, las encuestas deben ser representativas de la población. Encuestas que tienen a sobrerrepresentar en sus muestras a ciertas ciudades pueden generar resultados que no son representativos a nivel nacional lo que de nuevo puede llevar a los ciudadanos a hacer inferencias erróneas. Igualmente, se puede cometer errores en la encuesta al subrepresentar en sus muestras subgrupos por rangos de edades, estratos socioeconómicos y por población rural o urbana. Por lo tanto, debería ser público y sujeto a control los métodos de muestreos usados por las encuestadoras.
Finalmente, existe un problema en cómo las encuestadoras toman las respuestas de los indecisos o votantes en blanco. Algunas encuestadoras deciden calcular los porcentajes de votos por los candidatos eliminando los votos indecisos o votos en blanco lo cual infla la intención de voto por los candidatos. Incluso algunas encuestadoras pueden sacar de sus muestras a estos votantes lo cual hace que la encuesta no sea representativa. Por lo tanto, se hace necesario que se controle a las encuestadoras para que no se repitan este tipo de errores”.