El senador Julián Gallo acusó al presidente saliente Iván Duque de estigmatizar a los excombatientes y lo culpó por el recrudecimiento de los asesinatos.
El pasado 20 de julio, el senador Julián Gallo Cubillos, del partido Comunes, en nombre de la oposición realizó la réplica al presidente Iván Duque durante la instalación del Congreso y afirmó: “Su estigmatización, señor presidente Duque, hoy significa 336 tumbas de firmantes de la paz que tuvieron que ser abiertas porque fue usted inferior a esa obligación ética, política y moral (…) 252 de esos firmantes de la paz, asesinados luego de la firma, cayeron de las balas asesinas durante su cuatrienio. Cada 5 días en promedio, durante estos cuatro años, ha caído asesinado un firmante o una firmante de la paz”.
Desde RedCheq verificamos la información dada por el senador. Tras consultar fuentes y expertos en el tema, calificamos su afirmación como ‘Discutible’, pues aunque las cifras dadas por Gallo se aproximan a las de varios reportes, el asesinato de excombatientes está relacionado con varios factores, no solo con la “estigmatización” a la que hace referencia el senador de Comunes.
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En primer lugar, consultamos a la Jefa de Prensa del senador, Jessica Ivonny Santacruz, quien nos remitió a las cifras de la Corporación Nacional de Reincorporación Comunes (CNRC) con fecha del 25 de julio de 2022. En dicho informe se reportó un total de 338 asesinatos de excombatientes firmantes del acuerdo de paz, una cifra muy cercana a la que dio el senador Gallo durante su discurso de oposición en el Congreso. Por su parte, el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz) ha reportado que hasta el 20 de julio del 2022 había un total de 325 excombatientes asesinados en el país.
Entre tanto, según el proyecto Colombia 2020 de El Espectador, hasta el 7 de agosto del 2018 –fin del gobierno de Juan Manuel Santos– en Colombia habían asesinado a 78 firmantes de la paz. (Ver informe completo aquí). Esa cifra coincide con los informes de VerdadAbierta.com –medio digital especializado en conflicto armado y procesos de paz– donde dice que “en los dos primeros años posteriores a la rúbrica del pacto que tomó cuatro años de negociaciones en La Habana, Cuba, fueron asesinados 78 excombatientes”.
Es decir que, del total de 325 excombatientes asesinados reportados por Indepaz, 247 asesinatos de firmantes de la paz ocurrieron durante el gobierno Duque. Si al 20 de julio del 2022, Iván Duque llevaba 1442 días de gobierno, esto quiere decir que, en promedio, en Colombia se asesinó a un firmante de paz cada 5,8 días aproximadamente, una cifra muy cercana a la dada por el senador Julian Gallo cuando afirmó que “cada 5 días en promedio, durante estos cuatro años, ha caído asesinado un firmante o una firmante de la paz”.
¿La estigmatización es la única causa de los asesinatos?
El senador Gallo Cubillos aseguró que “Esa estigmatización, señor presidente Duque, hoy significa 336 tumbas de firmantes de la paz que tuvieron que ser abiertas porque fue usted inferior a esa obligación ética, política y moral”, pero, ¿qué tan cierta es su afirmación?
Juan Carlos Merchán Zuleta, profesor en Ciencia Política, investigador del Centro de Investigación y Educación Popular/Programa por la paz (Cinep/PPP) y candidato a doctor en Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad Javeriana, nos explica que “hay formas de conectar los dos hechos, es decir, el descuido programado del gobierno con el asesinato de excombatientes de FARC, pero, todo en su justa medida.
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Es posible conectarlo desde el punto de vista, sobre todo de la violencia cultural: todo discurso de odio, todo discurso de estigmatización que se genere en una cultura dentro de una sociedad, provoca mucho más fácilmente que en las personas, por dicha estigmatización, puedan convertirse en objetivo militar de cualquier grupo armado, sea legal o ilegal. Por otra parte, cuando estas estigmatización vienen de tiempo atrás y lo que hace un mandatario es, de alguna manera, dejarlas pasar, lo que está haciendo, finalmente, es reforzar un discurso de estigmatización”.
Y es que “caracterizarlos como violadores, secuestradores, prófugos de la justicia e incluso asegurar que están fingiendo sus intenciones de reincorporación, trae una carga muy profunda de estigmatización”, aseguró Camilo González Posso, presidente de Indepaz.
Debido a lo anterior, el profesor Juan Carlos Merchán enfatiza en la importancia de desmontar la violencia verbal en la política para que sean una realidad los procesos de reincorporación, la búsqueda de la verdad y una transición eficiente y segura hacia un país reconciliado, pues, “si el presidente de la República no ofrece un discurso reconciliador, sino un discurso estigmatizador, ellos van a ser necesariamente objetivo militar de los grupos armados ilegales que están en el territorio y digamos que serán poco defendidos o salvaguardados por la fuerza pública, por el Ejército y la Policía”.
Otras causas de los asesinatos a excombatientes
Desde la firma del Acuerdo Final de Paz hasta la fecha, el segundo año de gobierno de Iván Duque fue el año más violento para los excombatientes de las FARC en Colombia: en 2019 fueron asesinados 77 excombatientes, así lo señaló el informe del Secretario General de las Naciones Unidas.
Al respecto, Jorge Mantilla, director del Área Dinámicas del Conflicto de la Fundación Ideas para la Paz (FIP), explica que este recrudecimiento de violencia “puede verse en procesos de ajuste de cuentas. Sobre todo, en un contexto donde hay disidencia, es muy probable que se desaten repertorios de violencia asociados a la retaliación y radicalización de los grupos disidentes, que se señalan como objetivo militar”.
A pesar de que el Acuerdo de Paz plantea en la página 78 un conjunto de garantías de seguridad para proteger la vida de los excombatientes, líderes y lideresas sociales, y, aunque el pasado 27 de enero de este año la Constitucional ordenó al Gobierno de Colombia garantizar la seguridad de los exguerrilleros de las FARC, la realidad demuestra que el asesinato de firmantes de paz aumentó.