El nuevo ministro de Educación se refirió a los resultados de estas pruebas y aseguró que los avances en educación son un proyecto a largo plazo.
En entrevista con W Radio, Alejandro Gaviria, el nuevo ministro de Educación designado por el recién electo presidente Gustavo Petro, aseguró que “ningún país ha podido aumentar los resultados de esas pruebas estandarizadas de un año a otro y requiere, vuelvo y repito, que este sector trabaje de manera unificada” (Min. 9:20). Gaviria dio esa respuesta cuando el periodista Juan Pablo Calvás le preguntó sobre los resultados de Colombia en las pruebas PISA.
RedCheq se comunicó con el nuevo ministro con el fin de conocer el contexto y la fuente en la que se basó para hacer dicha afirmación. Gaviria contestó: “No recuerdo el contexto, me refería tal vez a aumentos sustanciales. La calidad de la educación es un objetivo a largo plazo”. No obstante, no precisó cuál fue la fuente que usó para emitir sus declaraciones.
Lea también: No hay pruebas de que Petro haya sido asesor económico de Chávez
Luego de consultar fuentes oficiales, estudios académicos y expertos en el tema, RedCheq califica la afirmación de Gaviria como ‘Verdad’, pues según el análisis comparativo de resultados de las pruebas PISA presentadas en 2015 y 2018, el rendimiento medio en lectura, matemáticas y ciencia de los países evaluados se ha mantenido estable, sin cambios sustanciales. Además, un experto consultado coincidió en que los índices educativos de un país requieren cambios a largo plazo.
En primer lugar, es importante precisar que el Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), se denomina PISA –por sus siglas en inglés (Programa for International Students Assesment)–. Este programa tiene por objetivo evaluar los conocimientos necesarios para la formación básica secundaria de los estudiantes de instituciones públicas y privadas con 15 años de edad en matemáticas, ciencias y comprensión lectora. Las pruebas se llevan a cabo cada tres años y Colombia participa en ellas desde el año 2006.
En ese sentido, los resultados más recientes de las pruebas PISA son los del año 2018, ya que hubo un cambio en el calendario de aplicación de las pruebas y las que debían realizarse en 2021 se realizarán en 2022 y los resultados serán publicados en 2023, según un comunicado presentado por la OCDE.
¿Cómo le va a los países en las pruebas?
Teniendo en cuenta que el nuevo ministro de Educación hizo referencia a que ningún país ha presentado aumentos sustanciales de un año a otro en los resultados de las pruebas PISA, RedCheq revisó los resultados oficiales de las pruebas y las tendencias de rendimiento en 2015 y 2018, los últimos dos años en los que hubo mediciones.
El último informe disponible –en el que la lectura fue la principal competencia evaluada– concluyó que “por término medio en los países de la OCDE, el rendimiento medio en lectura, matemáticas y ciencia se ha mantenido estable entre 2015 y 2018”. No obstante, se señala que a lo largo de su participación en PISA, siete países/economías han registrado mejoras en el rendimiento medio en lectura, matemáticas y ciencias de sus estudiantes: Albania, Colombia, Macao (China), la República de Moldavia, Perú, Portugal y Qatar. Entre tanto, siete países han sufrido una disminución de rendimiento medio en los tres temas: Australia, Finlandia, Islandia, Corea, Holanda, Nueva Zelanda y la República Eslovaca.
Lea también: No es cierto que trámite de urgencia para agilizar reformas sea una “dictadura o golpe de Estado”, como afirmó Cabal
El documento también advierte que en los países de la OCDE, en promedio: “alrededor de uno de cada cuatro estudiantes de 15 años de edad no alcanzó un nivel mínimo de competencia en lectura o matemáticas. Estas cifras indican que todos los países aún tienen mucho camino por recorrer para alcanzar los objetivos globales para la educación de calidad definida para la Educación 2030 en el Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 de las Naciones Unidas”.
Por su parte, en el informe del 2015 –en el que las ciencias fueron la principal competencia evaluada– se resalta que “en la mayoría de los países para los que se dispone de datos comparables, el rendimiento medio de los estudiantes en ciencias se ha mantenido prácticamente inalterado desde 2006”. También señala que “cerca del 20% de los estudiantes de los países de la OCDE no obtiene, de media, las competencias lectoras básicas. Esta proporción se ha mantenido estable desde 2009”.
Teniendo en cuenta lo anterior, RedCheq consultó a Milton Molano, magíster en Educación y doctor en Educación y Sociedad, quien actualmente se desempeña como director de Planeación Estratégica de la Universidad de la Salle. Al hacer un análisis de los informes presentados en las pruebas PISA el experto precisó que “el informe del 2018 indica que los promedios no han tenido variaciones significativas en las últimas aplicaciones de la prueba. Los países asiáticos siguen estando en los primeros lugares, por ejemplo, en las pruebas de matemáticas y en las pruebas de ciencias. También ingresan países que mejoraron como Estonia, Finlandia, Canadá, Polonia en áreas como lectura; pero también hay que decir que el rendimiento promedio en lectura, matemáticas y ciencias se ha mantenido estable por lo menos en comparación con las pruebas aplicadas en 2015 y 2018”.
Lea también: Es puro cuento que ministro de Hacienda de Petro dejó a Colombia en quiebra entre 1996 y 1997
Molano también se refirió a nuevos aspectos que se evaluaron en las más recientes pruebas PISA. “Las pruebas introdujeron algunos elementos nuevos como lo fueron unos análisis de equidad, donde se demuestra, a través de un análisis cuantitativo, que el factor socioeconómico es un factor fundamental del desempeño, lo que quiere decir que países con mejores condiciones socioeconómicas, con mejores niveles de vida, logran mejores resultados frente a países que tienen peores resultados o peores indicadores en niveles de vida. Es decir que la prueba ratifica que existen unas condiciones socioeconómicas que son determinantes del desempeño, entonces –así como lo menciona el ministro Gaviria– el resultado de estas pruebas no depende solo de un entrenamiento para las mismas, sino de brindar mejores condiciones de vida”. Molano también comentó una de las gráficas incluidas en el informe PISA 2018: perspectivas e interpretaciones, en la que se presenta un comparativo del desempeño histórico de los países en comprensión lectora desde el año 2000 hasta 2018.
“El ministro Gaviria acierta, pues la gráfica evidencia que los cambios educativos no suelen darse de un año para otro. De hecho todas las mediciones que PISA hace las mide con un rango de al menos 15 años y a partir de eso establece tendencias. Una de las tendencias es que, en el caso de Colombia, hay un cierto crecimiento positivo en las pruebas de lectura, pero luego viene un achatamiento, es decir, que en los últimos años tienden a mantenerse en un llano, lo que evidencia esfuerzos en el país, pero también unos retos enormes para consolidar esas competencias”, puntualizó el experto.
Adicionalmente, cabe resaltar que académicos e investigadores colombianos como Diego Rubiano y Harold Beltrán, en el artículo La educación en Colombia : dinámica del mercado y la globalización (2016), concluyeron que uno de los principales problemas del sistema educativo colombiano es que ha sido pensado desde la coyuntura y no desde políticas públicas de mediano y largo plazo. “En Colombia se sigue asumiendo el proyecto educativo del país desde la coyuntura. La planeación a mediano y largo plazo no hace parte de una política pública coherente, porque siempre hay otras prioridades en la asignación presupuestal”, advirtieron.
Por su parte, el artículo Financiamiento de la Educación Superior en Colombia: Reflexiones para un próximo futuro (2010), de la profesora e investigadora María Victoria Ayala, también insiste en que “para que la educación pueda efectuar una contribución importante al progreso de la sociedad colombiana, se debe entender que el gasto en educación superior no es un egreso más a cargo de los fondos del Estado, sino una inversión nacional a largo plazo que permite mejorar la competitividad económica, el desarrollo cultural y la cohesión social”.